Con un beso se puede experimentar al mismo tiempo el tacto, el gusto y el olfato, de allí que un simple contacto pueda tener tanta significación: se habla de besos tiernos, suaves e íntimos; o apasionados, profundos, ardientes o incluso ásperos.
Los besos dan para todo y se puede extremar su sentido a verdaderos actos sexuales. Una pareja poseída por una fuerte atracción puede, en un beso, simular la unión sexual: la lengua penetra en la boca con una intensidad rítmica, como lo hace el pene dentro del cuerpo de la mujer.
Pero al mismo tiempo un beso es inocente, exploratorio de las primeras experiencias, cuando una pareja se está recién conociendo, los labios son la primera zona erótica reconocible. En este punto no faltan los que atribuyen este acercamiento al retorno de las caricias de la infancia.Recuerde que los músculos de la cara y la boca deben estar distendidos, así se podrá establecer un contacto más intenso y gozar de una mayor sensibilidad.
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